El microbioma agrícola, también conocido como la microbiota del suelo, es el conjunto de microorganismos que habitan en un entorno específico. Se trata de billones de microorganismos en el que se encuentran bacterias, hongos, arqueas (técnicamente bacterias del suelo), protozoos, … Así como otros pequeños seres vivos que habitan en el suelo y forman parte integral del ecosistema agrícola.

Esta comunidad, mucha de ella invisible al ojo humano, desempeña un papel fundamental en la salud del suelo y la productividad de los cultivos, influyendo en una amplia gama de procesos agrícolas clave.

Por lo tanto, el microbioma del suelo agrícola se caracteriza por su alta diversidad y dinamismo, variando en composición y función según factores como el tipo de suelo, el clima, las prácticas agrícolas y la presencia de las plantas que viven en este espacio.

La preservación de esta diversidad microbiana es esencial para mantener un suelo sano y funcional, ya que proporciona una amplia gama de bienes ecosistémicos que son esenciales para la agricultura sostenible.

Funciones del microbioma agrícola para la salud del suelo.

Las funciones del microbioma agrícola para la salud del suelo son muy importantes, así como su contribución a la mejora de la productividad de los cultivos.

Una de estas acciones es intervenir en el ciclo de determinados nutrientes, mineralizando nutrientes orgánicos y haciéndolos disponibles para las plantas. Un ejemplo de ello son las bacterias fijadoras de nitrógeno, que convierten el nitrógeno atmosférico en una forma utilizable por las plantas, mientras que los hongos micorrízicos facilitan la absorción de fósforo y otros nutrientes.

Otra es su contribución a la formación y mantenimiento de la estructura del suelo, generando materia orgánica y promoviendo la porosidad. Consecuencia directa de ello es la mejora de la infiltración de agua, la aireación del suelo y la retención de humedad.

También se encuentra la derivada de una protección contra patógenos y enfermedades, porque el microbioma del suelo alberga en su conjunto una comunidad de microbios beneficiosos que actúan como antagonistas naturales de patógenos y enfermedades de las plantas. Estos compiten con los patógenos por recursos, producen antibióticos y enzimas que inhiben su crecimiento, y pueden estimular el sistema inmunológico de las plantas.

Sin olvidar su participación en la resistencia al estrés de las plantas, estos microorganismos, a través de diversos mecanismos, como por ejemplo la producción de osmolitos, contribuyen a que la planta mejore la absorción de agua y nutrientes, así como la modulación de sus respuestas hormonales.

El microbioma en la agricultura sostenible.

Ante los estudios que se vienen realizando en torno al microbioma en una agricultura sostenible, así como la voluntad por parte de las empresas formuladoras de productos bioestimulantes agrícolas para su protección y mejora, está dando resultados cada día más espectaculares. Estos formulados pueden agruparse, con base en sus materias activas, en bioestimulantes microbianos y bioestimulantes no microbianos.

Porque la comprensión del microbioma agrícola es fundamental para el desarrollo de prácticas agrícolas sostenibles que promuevan la salud del suelo, la productividad de los cultivos y la protección del medioambiente.