Fundación Cajamar ha abordado durante finales de junio el papel de los bioestimulantes agrícolas en una mesa redonda que ha contado con la participación de Estefanía Hinarejos, directora de IBMA España, Ana Quiñones, investigadora del IVIA, y Alicia González Céspedes, de la Estación Experimental Cajamar.
Durante sus intervenciones las tres han coincidido en que una correcta utilización de alguna de sus aplicaciones, como son los microorganismos (mayoritariamente bacterias) permiten mejorar la absorción de fertilizantes, además de proteger a las raíces del ataque de fitopatógenos.
A esta jornada han asistido más de 250 personas, en su mayoría técnicos y socios de cooperativas agrarias y empresas agroalimentarias, así como representantes de colegios profesionales y centros académicos.
En el marco de la Jornada técnica sobre Bioestimulantes, Fundación Cajamar ha organizado su habitual jornada de puertas abiertas en el Centro de Experiencias de Paiporta (Valencia) para mostrar los diferentes proyectos que está desarrollando para contribuir a la modernización del sector.
Ensayos en el Centro de Experiencias de Paiporta
Los asistentes han podido conocer en este encuentro las más de doscientas variedades de frutas y hortalizas en las que están trabajando los técnicos del Centro de Experiencias de Paiporta, visitar la finca e interesarse por los proyectos y experiencias que están en marcha, en colaboración con empresas e instituciones del sector agroalimentario.
Estos ensayos se orientan en el tiempo en diferentes aspectos más monográficos en función del interés despertado para el avance agrícola. En esta ocasión Roberto García Torrente, director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar, ha repasado las líneas estratégicas de investigación de la fundación orientadas a contribuir a que “la agricultura sea lo más eficiente posible” y para ello destaca los avances obtenidos en estos ensayos demostrando que un uso excesivo de agua, fitosanitarios y nutrientes en determinados momentos, “puede llegar a ser perjudicial para los cultivos”.
Algunos proyectos de investigación destacados por Carlos Baixauli, director del Centro de Experiencias:
- Cubierta de invernadero con una malla de blanqueo fotoselectivo, “una estructura muy interesante para los cultivos de primavera y verano porque resiste mejor el calor”.
- Análisis comparativo de distintas estrategias de riego.
- Investigaciones relacionadas con las altas temperaturas y la escasez de agua orientadas a responder al desafío que el cambio climático está planteando a la agricultura.
Los asistentes, durante la visita a los campos de ensayos han podido ver la gran exposición de las distintas colecciones de variedades de sandía, pimiento, tomate, berenjena, melón, calabaza, cebolla, repollo y col en las que se está trabajando.
En campo y dentro de la comparativa de variedades cultivadas, destaca como novedad una línea de plantas aromáticas y condimentarias como orégano, tomillo, romero, perejil, menta, hierbabuena, albahaca, cilantro o eneldo. Más de 29 variantes entre especies y variedades desarrolladas sobre diferentes técnicas de cultivo como son hidropónico y campo.
Otros proyectos en los que está trabajando Cajamar son:
- Brioprim. Búsqueda de principios bioactivos, con capacidades bioestimulantes y nematicidas para obtener una gama de productos de origen natural más sostenible medioambientalmente.
- TomGem. Mejora de los cultivos en condiciones de alta temperatura. Ya se han seleccionado las líneas de tomate que aguantan mejor el calor y acciones de detección de qué genes son los que hacen que se soporten mejor las temperaturas elevadas.
- GOInnoland. Mecanismos de innovación social basados en la gestión común de tierras frente al problema de abandono y mejorando la competitividad de las entidades asociativas.
- GOCitrus. Generación de marcadores moleculares que ayuden a la identificación y gestión varietal que servirá de germen para en el futuro crear una unidad de conocimiento en torno a las nuevas tecnologías de la genómica.
- Huerta 4.0. Estudio de estructuras de invernaderos para el cultivo de hortalizas locales con un cierto valor, adaptadas a las condiciones climáticas en zonas de interior de la península.
- Implantación de cubiertas vegetales en el cultivo de frutales. Para potenciar el control biológico por conservación, la mejora del suelo y la biodiversidad.
- Aplicaciones de móvil. Con el objeto de facilitar la transferencia de conocimiento a los agricultores.