La importancia de saber cómo adherirse a un SCRAP agrícola y pertenecer a uno de ellos, no solo por su impacto ambiental, sino también por las implicaciones legales que conlleva.
El Real Decreto 1055/2022, que entró en vigor en enero de 2025, establece nuevas responsabilidades para los agentes económicos implicados en la puesta en el mercado de fertilizantes agrícolas, bioestimulantes de plantas, fitosanitarios, semillas y sustratos profesionales. Es por ello que comprender «Cómo adherirse a un SCRAP agrícola» es fundamental para la operatividad y la proyección futura del sector.
La función de los SCRAP agrícolas.
La sostenibilidad y el cumplimiento normativo son pilares ineludibles para la evolución del sector agrícola. El Real Decreto 1055/2022 y la Ley 7/2022, que versan sobre residuos y economía circular, introducen un nuevo marco de actuación para asegurar una gestión adecuada de los envases una vez finalizada su vida útil.
Esta legislación tiene como objetivo primordial impulsar la economía circular, minimizar la generación de residuos en el ámbito agrario y garantizar que los envases de productos profesionales se inserten en un ciclo de vida verdaderamente sostenible.
En este escenario, los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAPs) para la recogida de envases agrícolas vacíos, emergen como la solución idónea para que las empresas cumplan con estas exigencias legales. Estos sistemas ofrecen una vía estructurada para integrar la sostenibilidad en el modelo de negocio, transformando una obligación en una oportunidad para el sector.
Implicaciones del Real Decreto 1055/2022 para el sector agrario.
El Real Decreto 1055/2022 afecta directamente a fabricantes, envasadores y distribuidores de productos agrícolas envasados.
Esta normativa busca que estos agentes asuman la responsabilidad de la gestión de los envases que introducen en el mercado, fomentando la circularidad y reduciendo la huella ambiental.
Para ello, los SCRAP agrícolas se encargan de organizar la recogida, clasificación y valorización de estos envases, asegurando que se gestionen de forma eficiente y en conformidad con la ley. Esto implica, por ejemplo, que los envases residuos se reciclen adecuadamente, o que otros materiales sean recuperados para nuevos usos.
La relevancia de adherirse a un SCRAP agrícola.
Para las empresas dedicadas a la producción y comercialización de bioestimulantes y otras especialidades agrícolas, la adhesión a un SCRAP agrícola no es meramente un requisito legal, sino una estrategia empresarial.
Contar con un sistema de gestión de envases autorizado no solo evita posibles sanciones, sino que también refuerza la imagen de la empresa como actor comprometido con la responsabilidad ambiental y la economía circular.
La gestión de envases, si se aborda de forma proactiva, puede convertirse en un diferenciador clave en el mercado. Demostrar un compromiso firme con la sostenibilidad y la buena praxis en la gestión de residuos, puede generar confianza en los consumidores y en la cadena de valor, desde el agricultor hasta el distribuidor.
Los SCRAP agrícolas operan bajo los principios establecidos en el Real Decreto 1055/2022, ofreciendo un servicio integral que abarca la recogida, gestión y valorización de los envases agroprofesionales.
Su labor es crucial para facilitar el cumplimiento normativo y para impulsar la reutilización y el reciclaje de los envases, contribuyendo así a la consecución de los objetivos de la economía circular.
Pasos para la adhesión a un SCRAP agrícola.
El proceso de adhesión a un SCRAP agrícola, aunque puede variar ligeramente entre diferentes entidades, generalmente implica los siguientes pasos:
- Contacto inicial y solicitud de información: Las empresas interesadas deben contactar con el SCRAP de su elección para obtener información detallada sobre los requisitos de adhesión, las tarifas y los servicios ofrecidos.
- Análisis de la tipología de envases: Es fundamental identificar y cuantificar los tipos de envases que la empresa pone en el mercado (material, tamaño, peso, etc.), ya que esta información será necesaria para determinar las obligaciones y costes asociados.
- Formalización de la adhesión: Una vez analizada la información y aceptadas las condiciones, se procede a la firma del contrato de adhesión con el SCRAP.
- Declaración de envases: Periódicamente, la empresa deberá declarar al SCRAP los envases que ha introducido en el mercado, permitiendo así que el sistema realice una gestión adecuada.
- Cumplimiento de las obligaciones: La adhesión implica el cumplimiento de las normativas y procedimientos internos del SCRAP, así como la colaboración en las iniciativas de concienciación y sensibilización sobre la gestión de envases.
Por todo ello, adherirse a un SCRAP agrícola no es solo una cuestión de cumplimiento, sino una oportunidad para que las empresas del sector agropecuario refuercen su posición en el mercado, evidenciando su compromiso con un futuro más sostenible para la agricultura.

