El alga Macrocystis pyrifera va ganando terreno dentro del grupo de macroalgas destinadas por las empresas a formar parte de la formulación de sus bioestimulantes agrícolas no bacterianos mediante sus extractos. Actualmente, las más populares en esta especialidad bioestimulante son el Ascophillum nodosum o Ecklonia máxima.

¿Por qué es utilizada la Macrocystis pyrifera en el mercado de los bioestimulantes?

El aumento de la Macrocystis pyrifera en el mercado de los bioestimulantes viene derivado de una serie de razones. Una de ellas es su riqueza en alginatos, un polisacárido aniónico presente ampliamente en las paredes celulares de las algas marinas pardas, que la dotan de una extraordinaria flexibilidad y capacidad defensiva frente a las corrientes marinas.

Esta crece en aguas ricas en nutrientes y cercanas a las desembocaduras de los ríos, aportando una gran biodiversidad a la zona donde están establecidas. En ellas, actúa a modo de esponja, absorbiendo todos los nutrientes de su alrededor, concentrándolos en su parte basal como reservas para épocas adversas.

Destaca que el alga Macrocystis pyrifera es una de las plantas con mayor longitud de las que habitan en el océano, creando bosques marinos muy densos y con una longitud que puede superar los 30 metros. De hecho, en los momentos óptimos del medio para su desarrollo, puede crecer incluso los 60 centímetros al día. Esto le otorga una fuente importante de reservas como materia prima.

Para su extracción responsable y sostenible, se cortan, a modo de poda, solo su parte apical para respetar todos sus órganos reproductores. Este sistema le permite brotar y crecer exponencialmente tanto en altura como anchura, contribuyendo a formar una densa biomasa y con ello una mayor fuente de extracción.

Así, por una parte, el alga Macrocystis pyrifera se muestra como una fuente estable de recolección y extracción de sus extractos como materia prima. Extractos ricos en fitohormonas (citoquininas, auxinas y ácido algínico), nutrientes (nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio y otros micronutrientes), vitaminas (A, B, C y E), así como antioxidantes (carotenoides, flavonoides y polifenoles. Propiedades y beneficios demandados por una agricultura de vanguardia.