Los bioestimulantes agrícolas se han convertido en una herramienta fundamental para una agricultura más sostenible y eficiente, siendo su mercado creciente de forma destacable durante los próximos años.

Como hemos publicado en nuestra sección «Bioestimulantes de plantas,» decimos que, actualmente, la legislación define de forma técnica y clara como «son productos cuya función consista en estimular los procesos de nutrición de las plantas con independencia del contenido de nutrientes del producto, con el único objetivo de mejorar una o varias de las siguientes características de las plantas y su rizosfera: la eficiencia en el uso de los nutrientes, la tolerancia al estrés abiótico, las características de calidad, o la disponibilidad de nutrientes inmovilizados en el suelo y la rizosfera

En este contexto, los bioestimulantes de plantas están englobados en la Categoría Funcionales de Productos o CFP6. Y según su origen, se encuentran clasificados en dos grandes grupos: los bioestimulantes microbianos cuando están compuestos por los microorganismos englobados dentro de la categoría CFP 6A; y los bioestimulantes no microbiano, dentro de la categoría CFP6B y cuyos componentes pueden pertenecer a cualquiera de las demás categorías mencionadas en el Anexo II del reglamento.

El mercado español de bioestimulantes.

En España, la industria de bioestimulantes está experimentando un crecimiento significativo. Según datos de AEFA (Asociación Española de Fabricantes de Agronutrientes), el mercado total de bioestimulantes alcanza 83 millones de euros, representando el 20,7% del sector de agronutrientes especiales.

La facturación del sector en 2023 fue de aproximadamente 755 millones de euros. Y el crecimiento en facturación de ventas fue del 4,4% tras cinco años consecutivos de aumento.

Mercado de los bioestimulantes no microbianos.

Según la misma fuente, el mercado de los bioestimulantes no microbianos, basados en materias primas como los ácidos húmicos y fúlvicos, aminoácidos, betainas o los polifenoles, por ejemplo, siguen creciendo.

En el caso de España, los extractos de algas, suponen un 15 % de este segmento de mercado, con un crecimiento anual del 6,1 %. En el caso de los aminoácidos, el 85 %, aunque con un ligero decrecimiento del 8,5% por primera vez.

Mercado de los bioestimulantes microbianos.

Respecto a los bioestimulantes microbianos, con materias primas, por ejemplo, basándose en los Azotobacter, Hongos micorrízicos, Rhizobium spp. y Azospirillum, representan en España el 15% del mercado total de este segmento.

En concreto, el grupo de hongos supone 4 % del mercado microbiano, con un crecimiento del 28%. Mientras que el de las bacterias, el 96 %, también con un crecimiento del 28%.

Mercado europeo de bioestimulantes agrícolas.

El mercado europeo de bioestimulantes viene experimentando un crecimiento significativo y constante en el tiempo. Se estima que alcance los 1.590 millones de dólares en 2024, proyectando un crecimiento a una tasa compuesta anual del 8,03 % en los próximos años.

En esta línea, y según el estudio publicado por Mordor intelligence, centrado en un período de 2017 – 2029, previendo para 2029 sea de unos 2.34 mil millones de dólares, creciendo a una tasa compuesta anual del 8,03% durante este período.

Mercado global de bioestimulantes agrícolas.

A nivel mundial, el mercado de bioestimulantes también muestra un crecimiento al alza, de hecho, diversas consultoras han valorado este mercado en 3.500 millones de euros, con un crecimiento anual previsto del 12% en los próximos cinco años.

Factores impulsores del crecimiento de bioestimulantes en Europa.

Entre los factores que están impulsando el crecimiento de bioestimulantes en Europa se encuentran el de una regulación eficaz, porque la aplicación del Reglamento (UE) 2019/1009 ha proporcionado un marco legal claro para la comercialización de bioestimulantes. También las estrategias europeas, como por ejemplo, la iniciativa «De la granja a la mesa» que busca reducir el uso de fertilizantes en un 20% y la pérdida de nutrientes en un 50% para 2030.

Por otra parte, se encuentra el de la sostenibilidad, en la que los bioestimulantes ofrecen una alternativa más respetuosa con el medioambiente frente a los fertilizantes y fitosanitarios químicos.

Sin olvidar el papel que las empresas españolas que destinan, en promedio, un 10% de su facturación a la investigación, desarrollo e innovación de bioestimulantes más sofisticados.

Y todo ello ante una demanda creciente de la población, que se estima que para 2050 la población mundial alcanzará los 9.700 millones, lo que requerirá un aumento del 70% en la producción agrícola.

Por todo ello, el mercado de bioestimulantes agrícolas en España, Europa y el mundo muestra un crecimiento sostenido y prometedor. También, la innovación continua, el apoyo regulatorio y la creciente demanda de prácticas agrícolas sostenibles seguirán impulsando este sector en los próximos años.