Desde la redacción de Bioestimulantesagricolas.net, nos sumamos y respaldamos el reciente «Position Paper» elaborado por EBIC (European Biostimulants Industry Council) en colaboración con otras destacadas asociaciones europeas del sector.

Este documento crucial aborda las preocupantes exigencias del reglamento REACH+ dentro del marco del Reglamento Europeo de Productos Fertilizantes (FPR), y que, a nuestro juicio y el de una parte significativa del sector, impone barreras desproporcionadas que amenazan la innovación y la competitividad, especialmente para los bioestimulantes.

En nuestra labor diaria, cercana a agricultores, técnicos de campo, responsables de programas de fertilización y, por supuesto, a los propios fabricantes de fertilizantes y bioestimulantes, percibimos de cerca los desafíos regulatorios que impactan en la disponibilidad y desarrollo de soluciones más eficientes y sostenibles para el campo.

El Reglamento REACH, pilar de la legislación europea para proteger la salud humana y el medio ambiente de los riesgos químicos, si bien necesario y aplaudido en su propósito original, se ve distorsionado en su aplicación a través del Reglamento Europeo 2019/1009 (FPR), generando lo que se conoce como REACH+.

Imposición de requisitos rigurosos en el REACH+.

El problema fundamental de REACH+, radica en la imposición de requisitos, por muchos considerados excesivamente rigurosos, a las sustancias utilizadas en productos fertilizantes, incluso aquellas presentes en cantidades muy pequeñas, por debajo de las 10 toneladas anuales. Esta ampliación de las exigencias originales de REACH, según el Position Paper, se implementó sin una evaluación de impacto previa que justificara el aumento de la seguridad o considerara la carga que supondría para las empresas.

Para un sector como el de los bioestimulantes agrícolas, caracterizado por la innovación constante y el uso de ingredientes a menudo naturales y en bajas concentraciones, REACH+ se convierte en un obstáculo considerable. Las dificultades identificadas son múltiples y tangibles:

Cumplimiento complejo para sustancias de bajo volumen: A diferencia del REACH original, que modulaba los requisitos de registro según el tonelaje, REACH+ exige registros completos y exhaustivos informes de seguridad química (CSR), incluso para sustancias producidas en cantidades inferiores a 1 tonelada al año. Esto es especialmente gravoso para ingredientes innovadores que se introducen en pequeñas cantidades para evaluar su potencial en el mercado.

Informes de seguridad química sin valor añadido: Se demandan CSRs para todas las sustancias, incluso aquellas que no presentan peligros definidos, lo que representa un coste significativo sin un beneficio patente en términos de seguridad adicional para la salud humana. El objetivo principal de un CSR, en el contexto original de REACH, se centra en el uso seguro para los trabajadores y el impacto de liberaciones no intencionadas al medio ambiente, aspectos que en los productos fertilizantes ya están considerados en su diseño y en los requisitos esenciales del FPR.

Desconocimiento de excepciones clave: El FPR no reconoce ciertas exenciones contempladas en el Anexo V de REACH, lo que podría llevar a interpretaciones que obliguen a registrar impurezas o sustancias no aisladas presentes en los productos fertilizantes, a pesar de que la Comisión haya aclarado en documentos de preguntas frecuentes (FAQ) que estas no deben considerarse materiales componentes. Esta falta de claridad legal genera incertidumbre en la industria y en las autoridades de control del mercado.

Distorsión del mercado y freno a la innovación: La exigencia de registros completos para ingredientes que ya han sido aprobados para su uso en alimentación o piensos, donde han demostrado un alto nivel de seguridad, genera duplicidad de esfuerzos y costes innecesarios. Esto no solo impacta en el acceso al mercado, sino que desincentiva la inversión en investigación y desarrollo de nuevas soluciones.

Carga económica desproporcionada, especialmente para PYMEs: Los costes asociados al cumplimiento de los requisitos de REACH+ han experimentado aumentos considerables, con estimaciones que van desde un 26% hasta más del 500% en algunos casos. Esta carga económica afecta de manera particular a las pequeñas y medianas empresas, que constituyen una parte importante del sector de bioestimulantes, limitando su capacidad para introducir nuevos productos en el mercado europeo.

Las propuestas de EBIC para una regulación equilibrada.

Ante este panorama, EBIC y las asociaciones firmantes proponen una serie de soluciones reflexivas para restablecer el equilibrio entre la seguridad química y la viabilidad de un sector innovador.

Entre ellas, establecer los umbrales de tonelaje y exenciones originales de REACH. Volver a los requisitos de registro de REACH basados en las bandas de tonelaje (inferior a 1t/año, 1-10 t/año, etc.). Si se considera necesario un mayor nivel de seguridad para sustancias de bajo tonelaje en productos fertilizantes, este debería limitarse a aquellas clasificadas como carcinogénicas, mutagénicas o tóxicas para la reproducción (CMR).

Otra es la de limitar los requisitos de REACH+ solo a sustancias de alto riesgo. Concentrar las exigencias adicionales en aquellas sustancias que realmente supongan un riesgo elevado, evitando cargas innecesarias para las de bajo riesgo.

También clarificar la exención de impurezas y sustancias no aisladas. Para ello, incluir en el texto del FPR una disposición clara que establezca que las impurezas y sustancias no aisladas no se consideran materiales componentes y, por lo tanto, están exentas de los requisitos de registro de REACH+.

Y establecer un umbral de concentración para la exclusión, fijando un límite máximo de concentración, como el 0,1% p/p, por debajo del cual, ciertas sustancias no peligrosas, no estarían sujetas a los requisitos de REACH+, alineándose con umbrales utilizados en otras normativas.

El compromiso de Bioestimulantesagricolas.net

Desde Bioestimulantesagricolas.net, entendemos la importancia de una regulación que garantice la seguridad de los productos que llegan al campo y, en última instancia, a nuestra mesa. Sin embargo, creemos firmemente que esta regulación debe ser proporcional, factible y no convertirse en una barrera insalvable para la innovación que tanto necesita nuestra agricultura para ser más eficiente, sostenible y resiliente.

Por ello, apoyamos este Position Paper de EBIC y esperamos que las autoridades europeas atiendan estas propuestas constructivas que buscan una regulación más inteligente, que impulse el desarrollo de nuevas herramientas para el agricultor y fortalezca un sector clave para el futuro de la producción de alimentos en Europa.

Para más detalles: documento original Position Paper de EBIC original (descarga en PDF en inglés).