Las algas rojas y su papel como bioestimulantes en la agricultura.
Las algas rojas, junto con las verdes y pardas, son los grupos de algas para uso como bioestimulantes agrícolas mediante sus extractos como materia prima para la formulación de productos.
Las algas rojas y los bioestimulantes.
Las algas rojas, pertenecientes a la clase Rhodophyceae, son un grupo diverso de organismos marinos que tienen su interés en la agricultura moderna debido a su capacidad para actuar como bioestimulantes agrícolas, una vez fabricados productos formulados con las materias primas obtenidas de ellas.
Estas algas rojas son ricas en compuestos bioactivos como polisacáridos, proteínas, antioxidantes y ácidos grasos, se han utilizado con éxito para mejorar la salud y productividad de los cultivos.
Clasificación y especies destacadas de algas rojas.
Las algas rojas se clasifican dentro del filo Rhodophyta, una clase que comprende más de 7.000 especies. Se caracterizan por la presencia de ficobiliproteínas, pigmentos que les confieren su color rojizo característico, y por la ausencia de flagelos en sus células en cualquier etapa de su ciclo de vida.
Este tipo de algas se encuentran predominantemente en ambientes marinos, y algunas especies han demostrado tener un gran potencial como bioestimulantes agrícolas debido a su perfil químico único.
A continuación, presentamos algunas de las especies más destacadas en este ámbito.
Alga Chondrus crispus.
También conocida como musgo de Irlanda, el Chondrus crispus es una especie de alga roja ampliamente utilizada tanto en la industria alimentaria como en la agrícola.
Su principal componente activo es el carragenano, un polisacárido que se ha demostrado tiene propiedades bioestimulantes. El extracto de Chondrus crispus mejora la resistencia de las plantas al estrés hídrico y térmico, y se ha observado que estimula el crecimiento radicular, lo que a su vez aumenta la absorción de nutrientes.
Alga Palmaria palmata.
Conocida como alga dulse o alga dulce, Palmaria palmata es otra alga roja rica en proteínas y vitaminas, incluyendo vitamina B12 y C. En la agricultura, Palmaria palmata se destaca por su capacidad para estimular la fotosíntesis y mejorar la resistencia al estrés salino en las plantas.
Los extractos de esta alga contienen aminoácidos y otros compuestos que actúan como promotores del crecimiento, facilitando una mayor absorción de nutrientes y mejorando el rendimiento de los cultivos.
Alga Gracilaria spp.
El género Gracilaria incluye varias especies de algas rojas que son fuentes de agar, otro polisacárido con propiedades bioestimulantes.
Las especies de Gracilaria se utilizan principalmente en la mejora de la resistencia de las plantas al estrés abiótico, como la sequía y la salinidad. Además, el agar puede modificar las propiedades físicas del suelo, mejorando su capacidad de retención de agua y aumentando la disponibilidad de nutrientes para las plantas.
Alga Kappaphycus alvarezii.
Otra alga roja que ha mostrado un gran potencial en la agricultura es Kappaphycus alvarezii, conocida principalmente por ser una fuente rica en carragenano kappa. Este polisacárido no solo mejora la resistencia de las plantas al estrés abiótico, sino que también actúa como un acondicionador del suelo, mejorando su estructura y capacidad de retención de agua.
Además, los extractos de Kappaphycus alvarezii se han asociado con un aumento en la fotosíntesis y un mejor desarrollo de las raíces.
Los beneficios de las algas rojas como bioestimulantes de plantas.
Perteneciente al grupo de bioestimulantes no microbianos, al igual que sucede con los otros tipos, las algas rojas ofrecen una amplia gama de beneficios cuando se utilizan como bioestimulantes en la agricultura.
Entre ellos, los compuestos bioactivos presentes en las algas rojas estimulan el crecimiento de las raíces y la parte aérea de las plantas, lo que se traduce en un mayor rendimiento de los cultivos; Las plantas tratadas con sus extractos muestran una mayor resistencia a condiciones adversas como la sequía, la salinidad y las temperaturas extremas; Los polisacáridos y otros compuestos presentes en estas algas, mejoran la capacidad de las plantas para absorber y utilizar nutrientes esenciales, lo que reduce la necesidad de fertilizantes sintéticos; Y algunas algas rojas, pueden actuar como acondicionadores del suelo, mejorando su estructura física y capacidad de retención de agua, lo que es beneficioso para el desarrollo radicular de las plantas.